viernes, 15 de marzo de 2013

Todos pueden ser líderes


Sin dudarlo, el liderazgo ha acompañado el desarrollo de las sociedades humanas en todas sus facetas (vida familiar, laboral, escolar, etcétera), sin embargo, con el paso de los años ha evolucionado, de ser un nicho reservado para algunos “elegidos”, se ha convertido en un atributo que deben tener todos los individuos que componen la colectividad.
El liderazgo empresarial no es la excepción, porque a pesar de que se le vinculaba con la alta dirección, hoy en día las organizaciones buscan generarlo en todos sus trabajadores.
Se dice que hemos migrado de un modelo “líder-seguidor”, en el cual el jefe es la punta de lanza y los demás simplemente atienden sin directrices, a un esquema de “líder-líder”, por virtud del cual tanto los superiores jerárquicos como los demás colaboradores desarrollan su liderazgo de manera conjunta y coordinada.
Para poder llegar a ese nivel, es necesario que se dote a las personas de las siguientes características:
  • unidad de liderazgo: los individuos deben tener una fuente común, de donde emane su liderazgo. Esto se logra cuando consideran como propios los principios institucionales, esto es: misión, visión y valores. Un ejemplo bastante claro de esta cualidad se observa en los equipos deportivos, en los que una buena parte del éxito o del fracaso depende de la generación de esta relación de liderazgo, la cual también es conocida como “influencia múltiple”
  • liderazgo por participación: el “líder-jefe” se responsabiliza del establecimiento de la misión y visión y los “líderes-colaboradores” de impulsar esos valores en su entorno de trabajo. Aquí son los principios los que son considerados como “jefes” y “primeros líderes”, por tanto todos los miembros de la compañía participan de la misión y visión de ésta. De ahí que se mencione que el liderazgo se ejerce por participación, tal es el caso de los procesos de evaluación 360°, en los que la facultad de los colaboradores para evaluar a sus jefes no viene de ellos mismos, sino de su participación en el liderazgo de la organización, y
  • liderazgo sinérgico: hace referencia a la forma en que las personas integrantes de la corporación combinan y refuerzan su liderazgo. El liderazgo de cada individuo es sostenido por el de los miembros con los que se relaciona, esto genera un efecto multiplicador del liderazgo en la organización, más allá de lo que pudiese hacer cada trabajador en lo individual. En la historia diversos líderes aplicaron este modelo, pues tenían personas cercanas que ejercían sobre ellos una fuerte influencia y sin los que muy probablemente no hubiesen podido ser lo que fueron
Como puede apreciarse, conocer el tipo de liderazgo que se aplica en cada empresa es una forma de determinar si se está empantanado en modelos arcaicos que impactan el desarrollo de la compañía, o si se están adoptando los esquemas apegados a las necesidades que la modernidad, los procesos de calidad y la productividad exigen.
Fuente: Revista Expansión número 1088, del 16 de abril de 2012

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